PVC es la sigla inglesa derivada de ‘Polyvinyl chloride’ que en castellano corresponde a Policloruro de Vinilo o PVC. Pertenece a una extensa familia de materiales denominada polímeros. Estos materiales tienen como denominador común el estar formados por macromoléculas denominadas monómeros. Mediante un proceso químico denominado polimerización, estas moléculas se alinean en largas cadenas dando lugar a un nuevo material llamado polímero.
El PVC, el plástico más utilizado
Aunque pueda sonar algo complejo y lejano, tras el Polietileno (PE), el PVC es el plástico más utilizado en el mundo y sus incontables aplicaciones están presentes en nuestro día a día de las formas más variadas: piezas de automóviles, botellas de agua o leche, tuberías, juguetes, pavimentos para interior y exterior, ventanas; muebles; mangueras; puertas, etc.
El PVC es un material muy valorado por los profesionales del sector de la construcción por ser un mal conductor, es decir, por su capacidad aislante. Ello lo que lo hace perfecto para su utilización en perfiles, placas aislantes, fundas para cable eléctrico, suelos para interior y exterior, etc.
Detalle de un perfil de ventana elaborado en PVC
Más allá de sus propiedades aislantes y versatilidad, el PVC es reconocido por su durabilidad ya que está clasificado como producto de larga vida útil, con un periodo de uso de hasta 50 años.
Cuando es utilizado en la fabricación de ventanas, por ejemplo, los perfiles de PVC soportan la acción de las inclemencias meteorológicas durante años sin necesidad de mantenimiento en la superficie del perfil. Además, proporciona una elevada resistencia al impacto, desgaste o corrosión. Gracias a estas características, el PVC es un material idóneo para zona zonas costeras con un ambiente salino.